Medio ambiente, territorio y coyunturas: La situación actual de la capital


Luego de 4 meses de trabajo en conjunto, teniendo en cuenta las diversas posturas obtenidas desde cada línea de trabajo se llega el momento de cerrar el ciclo, de forma que en este se hará énfasis en los aspectos más importantes y cambios que se obtuvieron en la ciudad desde las líneas de medio ambiente y ecología,  hábitat, vivienda y urbanismo, y movilidad y transporte.
Existen grandes contrastes en la capital en cuanto al tema del cuidado medio ambiental, por un lado, el distrito adelanta procesos de recuperación, pero, paralelamente proyecta incluso un “eco turismo” que de eco no tiene mucho, además de algunos proyectos de urbanización, y no se está pensando en los servicios ambientales de las zonas de reserva que se tienen en mira para dichas intervenciones. Se omite también, por manos de la administración, la problemática asociada con el agotamiento del área disponible para la disposición final de los residuos en el Relleno Sanitario de Doña. Por otra parte, se anuncia la posible apertura nocturna del Jardín Botánico, y el proyecto de la “nueva séptima” que promete con los buses Euro 5 contribuir en la purificación del aire.
En síntesis, Medio Ambiente y Ecología, afirma que se mantiene una ambigüedad por parte del distrito, dentro de su actuar y su plan de gobierno, su ejecución y planteamientos de proyectos, que si bien no benefician a los bogotanos, ni al medio ambiente, lucran a la administración, ejemplo de esto, es el ecoturismo irresponsable en zonas de reserva, o la posible construcción de plazoletas en los humedales. Planteamos pues dos preguntas de reflexión ¿Qué fin persigue la actual administración para el medio ambiente y el habitat? ¿Qué acciones tomarán los capitalinos para la protección y conservación medioambiental de su territorio?
Es de vital importancia resaltar que el hábitat bajo el cual subsisten los capitalinos, y en general el llamado espacio público, se presume caótico y complejo en términos de calidad de aire, siendo que la localidad de Kennedy tiene uno de los indicios de calidad de aire más bajos de toda la ciudad. Sin embargo, resaltamos que a pesar de que el distrito no esté comprometido con la recuperación ambiental de Bogotá, mencionando el contraste que generan los planeamientos del POT con respecto a los humedales de la ciudad, y la intrínseca disputa que existe entre los terrenos que comprende la reserva Vander Hammen, en correspondencia a la secretaría de hábitat, se han recuperado alrededor de 53 km de espacio público en la ciudad (a costa de desalojar vendedores ambulantes) con lo que el distrito parece citar el famoso refrán coloquial de: “el fin justifica los medios”.
Con respecto al espacio bajo el cual actualmente cohabitan más de 5 millones de capitalinos, el distrito se enorgullece de sus adelantos en restauración de parques tales como el Virrey, y sitios emblemáticos de la zona colonial de la ciudad. Actualmente se han legalizado más de 80 barrios que surgieron como asentamientos informales y se ha extendido la atención a la restauración de otros tales como el Bronx en la localidad de Mártires, y el barrio María Paz en la localidad de Kennedy. Asi mismo, el distrito destaca en su administración el incremento a un 62%  de construcción de vivienda de interés social, y la conformación del programa PIVE  para adquirir vivienda propia.
De igual forma desde la movilidad y transporte de la ciudad se observan muchos cambios, cambios ya hechos y otros por realizarse, un claro ejemplo de ello son los cambios de rutas en el Transmilenio y SITP, estos mismos que se hicieron con el fin de minimizar los tiempos entre una patada a otra, buscando así que el tiempo de viaje sea más corto, también es importante mencionar que desde la administración distrital y el estado se estarán realizando ciertas inversiones en pro al mejoramiento de los servicios ya estipulados, la implementación de nuevas alternativas de transporte más viables y factibles para los usuarios como lo es el metro y el tren que conectará a los municipios aledaños (Facatativá, Mosquera, etc.), siguiendo con los cambios encontramos que Bogotá queda con bicicarriles nuevos, estos que mejoran el andar por las calles de los ciclistas, ya se empezaron las obras para la implementación del Transmilenio por la séptima.
Otro tema que generó gran controversia en nuestras intenciones durante este proceso fue la rivalidad presentada entre los taxistas y las plataformas electrónicas (Cabify y Uber), pues esto ocasionó bloqueo de vías, paros y demás  en distintos sectores de la ciudad, generando así dificultades para la movilidad  de los bogotanos. Con todo lo antes ya mencionado se quedan para analizar dos posturas muy diferentes, la de los ciudadanos y la de la administración distrital, se debaten entre cual de los dos factores tiene más influencia con respecto a los malos servicios prestados y el incumplimiento de acuerdos.
Todo esto nos hace reflexionar, así se puede determinar que tanto la administración distrital y los ciudadanos, tienen mucho que ver en los colapsos generados en la movilidad y transporte de Bogotá, tanto la intolerancia, el irrespeto y la mala administración de los recursos que repercuten en esta situación. Pero esto no tiene que ver únicamente con movilidad, influye directamente a vivienda y medio ambiente, la mala administración del distrito se ha centrado en un afán de urbanización que parece pasar por encima de la calidad de vida. Queremos cerrar, como área, planteando una reflexión: ¿Vale la pena sacrificar la calidad de vida por apostar a una expansión de la capital?.

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